domingo, 7 de octubre de 2012

Dos millones de años, en cien cosas


 Ni batallas ni reyes ni tratados diplomáticos. Los seres anónimos se abren paso en la historia aunque el misterio de sus vidas se perpetúe hasta la eternidad. Imposible conocer la identidad del tallador del primer cuchillo que empleó la especie, del burócrata que inventó la escritura para facilitarse la vida o del mochica que convirtió una vasija de arcilla en una obra de arte. Ellos trasvasaron su gloria personal al objeto. Son las cosas fabricadas por seres anónimos desde que la especie adquirió su marchamo actual las que hablan de sus congéneres, de sus costumbres, de sus creencias o de sus ritos. Y delatan con similar entusiasmo


sábado, 6 de octubre de 2012

Gauguin y Tahití

En Gauguin y el exotismo, su comisaria, Paloma Alarcó, ha contado la huida de Paul Gauguin a los mares del Sur como el gran viaje de ruptura del arte moderno, que tiene su origen en los viajes románticos de la época de Chateaubriand y Delacroix y se proyecta hacia delante en la fascinación por lo salvaje de los expresionistas alemanes, y en una mitología de la aventura exótica prolongada por el cine. 

En el arte, las obras individuales se comprenden mejor cuando pueden verse en el juego de sus conexiones y sus resonancias. Paul Gauguin es uno de los pocos artistas inmediatamente reconocibles, dueño de un estilo y de un catálogo de imágenes que casi cualquiera identifica sin vacilación como suyos.

Pero para comprender su originalidad es muy útil relacionarlo con los modelos en los que se fijó, y su relevancia no sería tan grande si no hubiera inspirado algunas de las corrientes visuales más fértiles del siglo XX. SIGUE LEYENDO...